Hace ya algún tiempo que andamos hablando sobre dolor en el blog, para intentar hacer ver a los lectores, que no tienes tanto dolor como daño en los tejidos (hueso, ligamentos, articulación, músculo) tienes, no es una relación directa entre cantidad de daño=cantidad de dolor, y para ello quiero mostraros dos casos que estoy tratando actualmente en la consulta, que podríamos decir que son los extremos por cada lado.
El primer caso es una señora entrada en los 60 con fibromialgia, si ya de por si la enfermedad de la fibromialgia tiene un componente de sensibilización en todo el sistema nervioso, ella además tiene unas creencias muy fuertes y arraigadas sobre los factores que perturban su salud, los remedios, tratamientos manuales y medicinas que le ayudan a estar mejor. Voy a poneros ejemplos de situaciones que hemos vivido en la consulta, sin entrar en los muchos detalles:
- Cuando se da un golpe en cualquier parte del cuerpo, se toma el medicamento homeopático Arnica, y entonces le calma porque de verdad que ni el paracetamol ni los AINES la ayudan.
- Cuando tiene problemas emocionales (como todo humano de a pie) por diferentes fenómenos que no llego a entender, estas emociones negativas asientan en diferentes zonas del cuerpo, cuando tratamos en consulta el masaje y la terapia de fascias internas la ayudan mucho y luego se encuentra francamente mejor.
- Ahora le han retirado el condroitin sulfato después de estar 10 años tomándolo porque a tenido una crisis de dolor y el médico le ha dicho que la dejara hasta el momento de su visita, esta retirada, le está causando dolores musculares. El condroitin sulfato está indicado para intentar regenerar cartilago hialino y desinflamar la capsula sinovial.
Sabemos que la homeopatía tiene el mismo efecto que las pastillas de azúcar, sabemos que la terapia fascial y otras similares no son biológicamente plausibles con los objetivos que estas se proponen que es reestructurar el tejido conjuntivo, el condroitin sulfato de momento no ha conseguido con claridad demostrar lo que los laboratorios dicen que hacen, por ello en algunos paises se desaconseja su ingesta en las guías de práctica clínica.
Sus creencias respecto al dolor son tan, tan fuertes, ella elucubra e imagina los mecanismos que la influyen y es capaz de mejorar de manera inconsciente con terapias que sabemos que no tienen más eficacia que el efecto placebo.
Este relato creo que deja bastante claro hasta que punto son importantes las creencias personales y la manera de entender la vida respecto a ideales sobre el cuerpo y mente, como estos pueden interferir a la hora de que ciertas terapias funcionen. Vemos que un cuerpo donde no existe daño tisular real, su percepción neuronal y cortical (cerebro) es capaz de verse a si mismo como un cuerpo enfermo y responder con dolor y alerta ante tal visión.
El otro caso es un “ñapas” de toda la vida, tanto te hace una instalación eléctrica como te arregla las cañerías. Él se precipitó desde unos 6 metros si no recuerdo mal, se rompió la tibia y el peroné en su parte distal, también llamado pilón tibial. La fractura fue abierta con un daño enorme, existía afectación vascular importante y se perdió hueso porque literalmente estalló y no se pudo recuperar. En el hospital el primer médico traumatólogo le dijo incluso que una opción era amputarle el pie! Finalmente vino un especialista de Montpellier y le operó durante 7 horas y quedo bastante bien. Se le pusieron unos fijadores externos como podremos ver en esta imagen.
Pues este buen hombre, con estos fijadores se puso a trabajar, que no trabaja en una oficina, sino reformando una casa!!! Y acabó rompiendo una de las barras laterales y tuvieron que reintervenirle, aunque no fue complicado porque no se movió nada.
El siente dolor en su pie, pero su impetud y el querer seguir con su vida hacen que él esté por encima del dolor, al revés que en el caso anterior, él tiene un daño muy importante en su pie y sin embargo su afrontación y por qué no decirlo temeridad, hacen que este pase a segundo plano. El médico y yo, lo flipamos en colores, porque es una fractura que a cualquier persona le supondría unas discapacidades y handicaps importantes, sin embargo el sigue trabajando de “ñapas”, cargando peso, montando parquets, etc.
De este modo podemos ver que en el dolor, creer y querer es poder.
Podéis seguir las actualizaciones del blog mediante la página de Facebook https://www.facebook.com/SoyPacienteDeSamu esperamos que os agrade y compartáis las entradas para una mayor difusión de la fisioterapia que sigue siendo una disciplina sanitaria no bien conocida en algunos países.
Muchas gracias por leer, comentad por favor.
Nada más didáctico que los casos reales. Una entrada para difundir.
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Un ejemplo espeluznante del segundo caso es el de un jugador de la liga univeristaria de basket americana, Kevin Ware, que durante el partido sufrió una fractura abierta de tibia y peroné y solo se dio cuenta cuando su entrenador vino a ayudarlo en el suelo y pudo verla.
«I didn’t feel any pain. It didn’t hurt. Honestly, it didn’t hurt. It was just scary. It was probably one of the scariest moments in my life.»
El caso contrario, un jugador de baseball que sin causa aparente debe dejar de jugar por un dolor insoportable.
Ambos explicados con detalle (imágenes espeluznantes incluidas #modoGOREon) en:
http://humanantigravitysuit.blogspot.ca/2013/06/neurotags-pain-is-personal-always.html
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No hace mucho que me leí el Explicando el dolor,y acabo de leerme el libro de Arturo Goicoechea (más vale tarde que nunca) y me ha encantado la entrada. Hace falta más divulgación y más querer enterarse del papel activo que podemos tener en el alivio o cronificación de muchas de nuestras dolencias. Gracias, Samu, por esta entrada tan esclarecedora 🙂
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Totalmente de acuerdo contigo. Muy buena entrada.
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Creo que estás escribiendo unas entradas muy acertadas últimamente. Más si cabe. Yo suelo poner el ejemplo del dolor al cortarse con una hoja de papel. En este caso, el dolor casi siempre es desproporcionado con respecto a la gravedad de la lesión y eso les ayuda a entender que dolor no es igual a daño. Pero no es tarea fácil, porque siempre hay algún «pero».
A ver si poco a poco vamos educando a los pacientes, aunque es una labor que debería comenzar desde pequeños.
¡Gracias por escribir!
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La idea de ejemplificar desde las dos perspectivas me ha resultado buenísima, Samuel. Enhorabuena por tu blog y gracias por compartir.
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Samu, gustome esta entrada, muy clarito. Felicidades.
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